Independencia financiera – Págate a ti primero (El Preahorro)
Uno de los conceptos que más se ha popularizado en los últimos años, tanto en finanzas personales (principalmente por la influencia de Padre Rico, Padre Pobre de Robert Kiyosaki) como en el mundo de las startups, es el de págate a ti primero o el preahorro.
Si en las startups se traduce en que los fundadores deben tener un sueldo para valorar correctamente el coste del tiempo que se dedica al proyecto (entre otras muchas razones), en las finanzas personales se traduce en el concepto del «pre-ahorro». ¿Qué es esto de pre-ahorrar? Para explicarlo vamos a hablar de lo que suele llevar al «no ahorro», que es lo que le pasa a la mayoría de las personas.
Llega el día de la nómina y la gente suele correr a comprarse todo aquello que quería y que no había podido comprar, salir a cenar, o cualquier otro tipo de gastos, antes de que llegue el cargo de la tarjeta de crédito y el alquiler o la hipoteca. Todo acaba llevando a que, a mediados de mes ya no nos quede un duro o, si no se nos ha ido mucho la mano o tenemos una renta lo suficientemente alta, nos sobren unos eurillos que echar al cerdito por si en otros meses nos pasa al revés. Todo pura improvisación.
El Pre-ahorro cambia las prioridades. Lo primero según recibimos la nómina es apartar una parte a nuestro ahorro (y preferiblemente encaminado a invertirlo) y vivir hasta la siguiente nómina con el resto. Si un mes lo hacemos muy bien, lo que sobre se suma al preahorro, pero siempre ajustándonos al dinero disponible después de ahorrar. La gracia detrás de esto es que aprendemos a hacer un uso racional y planificado de nuestro dinero. Además cuánto más ahorramos e invertimos, más renta obtenemos para poder ahorrar más y poder consumir algo más en el futuro.
Moraleja: Si quieres empezar a ahorrar de forma efectiva, empieza a pagarte a ti primero e invierte periódicamente parte de ese ahorro.
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