Tercer mes desde que iniciamos nuestro reto de la gestión activa vs gestión pasiva. Ha llegado el momento de hacer un nuevo análisis de las aristócratas del dividendo y decidir cuáles serán las nuevas compras. Esta entrada forma parte de este experimento sin fecha de finalización con el que pretendemos ver si el sistema de MrHater para […]
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Archer-Daniels Midland (ADM) es una aristócrata del dividendo fundada en 1902 por George A. Archer y John W. Daniels, que comienzan un negocio de molienda de semillas de Lino. En 1923, “Archer-Daniels Linseed Company” adquirió “Midland Linseed Products Company”, dando origen a la actual “Archer-Daniels-Midland Company”.
La expansión de ADM no ha parado y ha continuado su diversificación en productos y servicios (molienda y procesamiento de granos, ingredientes especiales para alimentación, chocolates, nutrición, etc.) mercados y semillas. Destaca especialmente en la soja, el maíz y el trigo. Actualmente factura cerca de 64.000 millones de euros y tiene en plantilla 31.600 empleados. La capitalización bursátil de ADM está próxima a los 21.000 millones.
ADM cuenta con 43 años de incrementos consecutivos del dividendo y está pagando 0,36 USD trimestrales (febrero, mayo, agosto y noviembre) lo que supone una RPD del 3,83% y un payout del 56%.
El Dividendo: los Aristócratas del Dividendo y las Dividend Kings
En la última entrada comentábamos la existencia de un grupo de empresas conocidas como los «aristócratas del dividendo», antes de hablar de ellas quizá te estés preguntando ¿qué es eso del dividendo? vamos a intentar explicarlo:
Imagínate que eres dueño de una empresa, y después de un año de actividad, miras los ingresos y gastos (incluyendo tu nómina como directivo de la sociedad) y queda un resultado positivo, la empresa ha ganado más de lo que se ha gastado, te ha pagado la parte que determina tu contrato y todavía sobra dinero. Como dueño que eres de la empresa, ¿cómo te lo llevas a tu bolsillo? ahí entra el pago de dividendos.
Si coges el resultado de la sociedad y lo repartes entre el número de acciones, a cada acción le toca una parte del resultado de la empresa. De ese beneficio, puedes repartir el total, no repartir nada o repartir una parte y dejar un remanente en la empresa para el futuro.
¿Fácil no? al menos sobre el papel, porque en la práctica hay fórmulas que pueden engatusar al inversor que únicamente se fija en el dividendo, por ejemplo: la empresa puede pedir dinero prestado para pagar a los accionistas, de forma que reparte más de lo que realmente ha ganado, puede pagar mucho un año para cortarlo al año siguiente o la empresa puede decidir aumentar el […]