En el largo camino hacia la Independencia Financiera (o IF, como se la denomina en la mayoría de foros), hay tres pilares principales, uno es obviamente la inversión, el segundo es el ahorro y el tercero es el tiempo que dejamos que trabaje la inversión.
Esta semana, con el BlackFriday por delante y la Navidad a la vista, me parece interesante hablar sobre este segundo pilar, algo que los españoles, en general, hacemos poco y mal:
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, debemos «pre-ahorrar». ¿qué quiero decir con «pre-ahorrar»? que el día que cobramos, lo primero es apartar una parte para la hucha. Este hábito, con constancia, es mucho más importante que el obtener altos rendimientos al comienzo de nuestro camino en la inversión.
Durante buena parte de nuestro camino a la IF, debemos ser mucho más estrictos con nuestra capacidad de ahorro que con nuestra capacidad de obtener rentabilidades. Una vez se superan las etapas iniciales, el ahorro pasa a un segundo lugar, cediendo el protagonismo a la obtención de rentabilidades, hasta tal punto que podríamos dejar de ahorrar y dejar que la magia del interés compuesto funcione por si misma. La clave para el interés compuesto es que cuanto antes se empieza, mejor.
Para ver esto en detalle, os invito a visitar este artículo de Finect y que le echéis un vistazo al vídeo.
La metáfora de la bola de nieve
Por entenderlo con algo más visual, imaginad que queremos hacer una bola de nieve lo más grande posible (esta bola va a simbolizar el valor de nuestra cartera). Hay dos formas de hacer crecer la bola de nieve:
- cogiendo nieve con la mano y apretarla contra la bola (que representa el ahorro que dedicamos a inversión).
- dejarla caer rodando y que la propia bola vaya recogiendo nieve en la caída (que sería el interés compuesto de nuestra inversión).
Cuando estamos empezando a crear una bola de nieve (nuestra cartera), es más relevante la nieve que aportamos nosotros a mano que la que pueda coger la bola al rodar cuesta abajo. Sin embargo, al cabo de unos años, si hemos sido constantes, nuestras aportaciones son insignificantes comparadas con la nieve que se adhiere a la bola cada vez que rueda, ya que como tiene mucha superficie de contacto con la ladera y rueda cada vez más rápido, se añade a la bola mucha más nieve de la que podemos aportar nosotros vía ahorro.
Si lo pensáis, hay tres factores que influyen en el tamaño de la bola:
- La cantidad de nieve que aportamos a mano (ahorro),
- La cantidad de nieve que se adhiere a la bola al rodar (rentabilidad de la inversión) y…
- El tamaño de la cuesta por la que dejamos caer nuestra bola de nieve, que representa los años que tenemos por delante para dejar crecer nuestra inversión, por eso, cuanto antes empecemos, mejor, ya que tendremos una pendiente más larga.
La trampa del ahorro en el Black Friday
Ahora que llega el BlackFriday, una trampa en la que solemos caer es en la de comprar cosas porque, con la excusa de que hay una gran oferta, pensamos que estamos ahorrando.
Personalmente, me considero una persona bastante adicta al mundo del cazachollos. Hace ya algunos años, buscando cómo ahorrarme unos euros al comprar una televisión, acabé encontrando la página Chollometro, (página que os recomiendo visitar cuando vayáis a hacer alguna compra de este tipo). Aunque llegué a la página por ahorrar (y así fue), a la larga también ha supuesto más gastos ya que más de una vez he comprado algo que, antes de entrar en la página, ni sabía que quería.
Si vais a comprar un coche (pongamos un Golf), pagar 20.000€ por el golf en lugar de 25.000€ que os iban a cobrar en otro sitio, eso es ahorrar. Ahora, si vamos a comprar un golf por 25.000€ y acabamos saliendo del concesionario con un Porsche por 24.000€ no estamos ahorrando.Quizá nos hemos llevado una ganga, pero el Porsche nos va a consumir mucha más gasolina, el seguro va a ser más caro y las revisiones nos van a salir por un pico, así que no estamos ahorrando nada, de hecho nos hemos llevado un pasivo enorme a casa que se va a comer buena parte de nuestros ahorros futuros. Del mismo modo, si necesitamos unos pantalones vaqueros y salimos de la tienda con 4 pantalones y 3 camisetas, seguramente tampoco estemos ahorrando (aunque lo parezca).
Está claro que muchas cosas que se pueden hacer con 25 años no se pueden hacer cuando tienes 90, por eso tampoco hay que obcecarse con ahorrar hasta el último euro y no comprar nada, al fin y al cabo, la vida sólo se vive una vez (o eso pensamos) y hay que aprovecharla, pero es importante ser plenamente conscientes de cuándo estamos haciendo un gasto por obtener un ahorro real y cuándo estamos, sencillamente, gastando nuestro dinero.
Espero que hagáis compras responsables y consigáis ahorrar un poquito más este mes!
Hasta pronto!
En ningún caso mis opiniones y comentarios son recomendaciones de inversión. Si estas buscando recomendaciones de inversiones, consulta a tu asesor financiero.
¡El mejor gasto de dinero es viajando! todo lo demás, si no es necesario, es derroche y debería dedicarse a agrandar la bola de nieve 🙂
Viajar es una gran inversión, te permite abrir la mente a otros mundos distintos y eliminamos muchos sesgos de lo que «creemos que conocemos» y lo que realmente conocemos. Hasta de viajar se pueden aprender cosas que nos ayuden a mejorar nuestras capacidades al invertir 🙂