Esta semana se cumple un año desde que abrí este blog. Aunque inicialmente lo que buscaba era compartir con amigos y familiares parte de lo que había aprendido en más de una década ligado a la bolsa y mi camino hacia la Independencia Financiera, el feedback que he ido recibiendo durante este tiempo me ha ido animando a ampliar los objetivos.
Todo este proyecto de Diariodebolsa.com nació en una cena con algunos amigos cercanos. Muchos de ellos no habían tocado la bolsa en su vida y no eran especialmente ahorradores (alguno iba literalmente al día). Sin embargo, se habían metido de lleno en el boom del Bitcoin en 2017 perdiendo buena parte de su dinero. ¿Una mala experiencia? puede que sí, pero como todo en la vida, una de las cosas más importantes es que seamos capaces de sacar conclusiones de nuestros errores y mejorar nuestras vidas.
Aquel día, 4 amigos míos descubrieron lo que era la bolsa, cómo funcionaba y lo que es más importante, cómo podían sacarle partido entendiendo mejor los riesgos que corrían. Ellos se fueron a casa con una cuenta abierta en un bróker y un primer paso en su compromiso de invertir a largo plazo (a día de hoy, todos siguen cumpliendo y han pasado brillantemente las caídas de marzo) y yo me fui a mi casa con los cimientos de este blog.
Lo curioso, y lo que quiero tratar hoy, es lo que vino después. A la hora de analizar qué quería conseguir cada uno al invertir y mejorar su salud financiera. Ahí vimos de primera mano lo distintos que somos unos de otros y qué hace que la inversión sea un proceso mucho más personal de lo que parece.
Aunque la mayoría estamos de acuerdo con algunos temas generales, como que la independencia financiera es buena, en cuanto escarbas un poco descubres que hay una gran variación sobre lo que significa para cada uno.
Contenido de la entrada
¿Por qué hay tanta diferencia sobre lo que significa la independencia financiera?
Creo que gran parte de esta variación es producto de las diferencias en cómo valoramos la riqueza y el éxito en nuestras vidas.
Por mi parte, siempre he sido una persona trabajadora, ahorradora y emprendedora. A día de hoy, mi cartera ronda los 200.000€ y sigo ahorrando más del 50% de mi sueldo mensual. A lo largo de mis 36 años he creado 3 empresas (todas fallidas), he tomado participaciones en 4 rondas de inversión privadas (2 fallidas y las otras 2, son Kolaboo y Howlanders, dos startups españolas relacionadas con las experiencias de turismo que siguen luchando al pie del cañón). Llevo invirtiendo prácticamente desde mi niñez de forma interrumpida y, desde los 27, de forma constante. Aún así, sigo pensando que he hecho cientos de cosas mal y podía haber ahorrado más, trabajado más o invertido más, pero que todavía me quedan muchos fracasos de los que aprender y crecer.
Tengo claro que, si algún día alcanzo la independencia financiera por mi esfuerzo o si me cayera encima el dinero necesario de la noche a la mañana, (otro punto muy debatible, ¿Cuánto es «el dinero necesario»?) no voy a quedarme en el sofá viendo la tele. Primero porque soy un culo inquieto y segundo porque no me sentiría realizado para nada. ¿Qué haría? buscarme proyectos. La diferencia sería que me daría absolutamente igual no ganar ni un duro, aunque dedicara 40 o 60 horas a la semana.
Sin embargo, tengo amigos que sueñan con no moverse de la cama hasta las 4 de la tarde y no hacer absolutamente nada más que ver fútbol y comer, eso es para ellos el éxito.
Lo que significa la riqueza para cada uno de nosotros no es extrapolable al resto de personas. Entender qué consideramos cada uno de nosotros por riqueza y éxito nos ayudará a vivir una vida más plena.
¿Cómo valoras la riqueza y el éxito?
La razón de la variación en las opiniones y decisiones que tomamos respecto a las finanzas personales se deben a que todos somos diferentes en cuanto a qué es lo que valoramos. Preguntas como:
- ¿Qué es lo que valoras?
- ¿Cómo mides el éxito?
- ¿Qué te hace rico?
No tienen una única respuesta clara y concisa. Puede que la idea general sí lo sea y que la independencia financiera sea parte de ello, pero los detalles que cada uno aportamos a esa respuesta no tiene nada que ver.
Pregúntale a alguien si ser millonario significaría haber alcanzado el éxito y muchos (quizás la mayoría) estarían de acuerdo. Sin embargo, para mucha gente hace falta algo (o mucho) más. Aun así, creo que la mayoría de aspectos relevantes se pueden considerar en esta lista:
- Ingresos
- Ahorros / inversiones
- Tiempo disponible
- Amigos y familia
- Trabajo
- Títulos
- Reconocimiento
- Cosas / posesiones materiales
- Salud
- Experiencias
Esta lista no es de ninguna manera exhaustiva ni exclusiva, y es probable que haya bastante superposición entre algunas de estas categorías. Lo importante es que creo que son los grandes pilares sobre los que generalmente definimos la riqueza y el éxito. ¿Echas en falta algún punto que sea relevante para ti para definir qué es riqueza y éxito?
¿Por qué esto importa?
Puede que pienses que el hecho de que las personas definan la riqueza y el éxito de manera diferente sea un concepto obvio. Entonces, ¿por qué es importante? ¿Por qué necesitamos comprender lo que significan riqueza y el éxito para cada uno de nosotros?
Es importante porque, al final, nuestra felicidad estará ligada a nuestra definición personal de éxito y riqueza. Muchas personas pasan por la vida con muy poca percepción de su comportamiento y lo que les motiva. No pueden, o no quieren, mirarse en el espejo y comprender por qué actúan de la manera en que lo hacen.
Aparte de saber qué es lo que valoras en la vida y por qué, comprender nuestro comportamiento y los factores que lo configuran es realmente la única forma de cambiar y evolucionar (si es que queremos hacerlo).
Esencialmente, de lo que estamos hablando es de pensar en tu pensamiento (o dicho de forma más técnica, metacognición). Si podemos empezar a comprender nuestros procesos de pensamiento y por qué hacemos las cosas que hacemos, comenzaremos a tener más control sobre nuestras inversiones (qué son los sesgos cognitivos y por qué no somos inversores tan racionales como pensamos) y podremos mejorar.
Además, si priorizas lo que más te importa en términos de riqueza y éxito, puedes comenzar a tomar tus decisiones de manera que coincida con eso. Así es como conseguiremos utilizar nuestros recursos (tiempo y dinero) de forma que esté alineado con nuestros valores y objetivos y nos ayude a alcanzar nuestro concepto de riqueza y éxito. Este es el pilar fundamental del libro «La Bolsa o la Vida» de Vicky Robins y Joe Dominguez (libros recomendados sobre bolsa e inversión) que inició el movimiento F.I.R.E. (alcanzar la independencia financiera a una edad lo más temprana posible).
Además, es un punto importante que ya comentamos a la hora de hablar de cuándo era el momento de empezar a ahorrar e invertir.
Cómo encontrar lo que realmente valoras
Esencialmente, metacognición es una palabra elegante para la autorreflexión. Si deseas comprender por qué piensas y haces las cosas que haces, debes dedicarle tiempo a reflexionar sobre ello de una manera honesta.
Para comprender mejor qué es lo que valoras y qué significado tiene para ti la riqueza y el éxito, quizá te pueda ayudar la lista que proporcionaba arriba, para mí fue un buen punto de partida. Ordenar los puntos de más importante a menos importante me ayudó a definir qué es lo que valoro realmente (tiempo y salud estaban en lo más alto de mi listado seguido de amigos y familia).
A partir de ahí, todas las decisiones financieras que intento tomar parten de asegurarme de que las cosas que elijo y hago me proporcionan la mayor satisfacción respecto a mi lista de prioridades.
Si bien todos tenemos opiniones sobre cómo debemos gastarnos nuestro dinero, en última instancia, las finanzas personales son eso, personales, y lo que lo hace feliz será diferente para cada persona.
La única salvedad que haría es que debemos considerar cuidadosamente los sacrificios y las consecuencias de nuestras decisiones. Entender cómo unas decisiones que tomamos sobre el dinero para conseguir una cosa afecta a nuestra capacidad para conseguir otras que también pueden ser importantes para nosotros. Una casa más grande puede potenciar tu punto de la familia, pero seguramente afecte directamente a tu tiempo disponible al requerir más esfuerzos en forma de años trabajados para pagarla.
Seguramente este ejercicio te ayude a comprender qué es lo que realmente valoras y te facilite planificar tus finanzas en consecuencia a esos valores.
¿»Lonchafinismo» como medio para vivir mejor?
El paso que nos lleva del «consumismo moderno» al frugalismo no es ser un lonchafinista de manual como se dice por las redes de forma despectiva. Eso de comprar sólo cosas baratas, cargar el móvil en casa de tu suegro o rellenar las botellas de Cocacola comprando un vaso pequeño en el McDonalds. Ser frugal es tratar de buscar cómo podemos usar nuestro dinero de la forma más alineada con nuestros objetivos, aunque ello suponga retrasar nuestra independencia financiera.
Podrías estar pensando que sería difícil practicar el frugalismo si eres alguien cuya idea de riqueza se basa en posesiones, pero realmente puedes usar esta idea igualmente.
En esencia, el frugalismo se trata de comprender cómo funcionan los sistemas y tu mente para que puedas hacer un esfuerzo para no ser manipulado. A la larga, practicar el frugalismo te permitirá ahorrar dinero, por lo que tendrás más para gastar en lo que quieras (pueden ser cosas materiales). Pero eso no quiere decir ser un rata, ni vivir lo más próximo al umbral de la pobreza.
Moraleja de la historia
La idea de riqueza y éxito es diferente para cada uno. Aunque depende en gran medida de tus experiencias personales y tu entorno, lo que más valoramos está sujeto a cambios con el tiempo a medida que se aprende y se crece a nivel personal.
Si bien la idea de que cada persona valora cosas diferentes parece un concepto simple, hay una cantidad sorprendente de personas que no saben realmente qué es lo más importante para ellas. Al final, lo importante, es que intentemos alinear nuestros gastos con lo que hemos priorizado como las cosas que son más importantes para nosotros.
Sólo así, podremos ahorrar dinero de donde podemos hacerlo sin perder utilidad y obtener el máximo valor de lo que podemos comprar. Es únicamente asegurarnos de que, sea lo que sea en lo que estamos gastando nuestro dinero, es aquello que nos proporciona verdadera riqueza.
Tu felicidad probablemente dependerá de ello.
Por último, antes de despedirme, comentar que está de oferta el libro «Los cuatro pilares de la inversión: Fundamentos para construir una cartera ganadora» de William Bernstein, rebajado a 1,89€ en versión digital. Para mí, es el mejor libro que hay para empezar a invertir evitando la mayoría de errores que todos cometemos:
Hasta pronto!
En ningún caso mis opiniones y comentarios son recomendaciones de inversión. Si buscas recomendaciones de inversión, consulta a tu asesor financiero.